La adicción a las redes sociales comienza a ser un problema
extendido que no se ciñe a una edad concreta o se limita a determinados grupos
sociales, sino que todos podemos llegar a tener un problema con Facebook.
Este trastorno ya ha sido bautizado con sus propias siglas
en inglés, FAD (Facebook Addiction Disorder). Los norteamericanos invirtieron
un total de más de 53 mil millones de minutos solamente en un mes durante 2011,
con una media de siete horas por usuario en el mismo período de tiempo.
La red social se está convirtiendo en una de las mayores
fuentes de ansiedad para los usuarios, sumando la cantidad de estrés cuantos
más amigos se tienen. El 63% se estresa si se tarda en responder a las
solicitudes de amistad y el 32% se siente culpable a la hora de rechazarlas.
Además, para la gente con problemas de baja autoestima también podría resultar
peligroso. La publicación de actualizaciones autocríticas es percibida
negativamente, perjudicando las relaciones.
¿Cómo se puede saber si somos adictos? Los primeros síntomas
surgen cuando Facebook se convierte en un requisito para conseguir la
felicidad, o si por el contrario significa un impedimento para conseguirla. En
el momento en el que encuentre tres pestañas con Facebook abierto, debería
empezar a preocuparse. Además, la gente con esta adicción pierde el interés
previo en otras actividades y aficiones, llegando en ocasiones a despertarse en
mitad de la noche para revisar sus mensajes y actualizaciones.
¿Cómo combatirlo? El primer paso es admitirlo y, tras esto,
preguntarse: ¿qué estoy ganando revisando Facebook ahora mismo? Intente
mantenerse alejado de la red durante veinticuatro horas, ¿cómo se siente?
Vía: Marketing Directo
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